Allá por el año 1902, vino a Costa Rica, procedente de Italia, la familia Musmanni. En el año 1930 abrió su primera panadería en nuestro país. Fue en ese lugar donde don Arsenio Umaña comenzó a trabajar con ellos dando sus primeros pasos como repostero, con apenas 17 años, nada novedoso para él, pues una de sus hermanas lo había iniciado en ese arte.
En ese mundo laboral y utilizando su ingenio, como todo Chef, creó la receta de tan deliciosa galleta Julieta, nombrada así por una persona muy especial para él. Tiempo después y por circunstancias de la vida, don Arsenio dejó de trabajar en esa panadería en la cual aprendió muchísimas recetas, tantas que hasta confeccionó su propio queque de bodas, en 1946, cuando contrajo nupcias con doña Betty.
Al cambiar de trabajo, comenzó a laborar en el Poder Judicial como misceláneo, pero dado a su gallardía de escalar puestos, después de su jornada, se quedaba aprendiendo a escribir a máquina, lo que no le costó ni le llevó mucho tiempodado a su destreza y fue así como lo ascendieron al puesto de secretario de la Sala Primera.
Aún con todo lo que ese trabajo suponía, don Arsenio seguía siempre con ese «gusanillo repostero» y, fuera del horario de trabajo, hacía pasteles para quinceañeras que se lo solicitaban, y por supuesto, continuaba con la confección de galletas, las cuales empezó a llevar al trabajo y solía compartir con sus compañeros. De la misma forma, sus hijos llevaban a sus escuelas y colegios. Desde ese momento y hasta hoy, la gente quedó encantada por su sabor y textura.
En su mente inquieta, don Arsenio tuvo la idea de venderle a la soda de la Corte, sin imaginarse el éxito obtenido, y fue así como inició la venta al público. Nadie sabía que la labor se desarrollaba en la cocina de su casa, en un pequeño horno verde que tenía su familia, quienes participaban ardua y activamente. Debido a su creciente demanda, y al apoyo total de su familia, se trasladaron a un local ubicado en Barrio Luján.
Una vez que don Arsenio se pensionó, se dedicó de lleno a atender su preciado negocio, hasta el 24 de mayo de 2017, a sus 99 años, que dejó este mundo. Hoy, su legado continúa en manos de familiares que creemos en este proyecto y seguimos avanzando, con su receta original y con la misma calidad e ingredientes.